Los tres tiempos del despertar sexual
Si el psicoanálisis enseña que la sexualidad humana no es la mera consecuencia de un desarrollo evolutivo, ¿cómo no advertir que, entre sus condiciones psíquicas, se encuentra la elección que el ser hablante hace de su actitud ante el Otro sexo? No nos asumimos sexuados a partir de una función orgánica, sino desde determinadas coordenadas éticas. He aquí el punto de partida de este nuevo libro de Silvia Wainsztein: el despertar sexual es menos una maduración espontánea que un acto grávido de efectos subjetivos.
Asimismo, la autora da un paso más al introducir en la serie –junto a la infancia y la pubertad– un tercer tiempo: la “mediana” edad. ¿Cómo responder a las derivas sintomáticas de los hombres y mujeres que ya tejieron su novela de formación adolescente y, hoy en día, se encuentran ante las vacilaciones de la impotencia disfuncional, la menopausia, etc.? Por esta vía, lo real del cuerpo se hace sentir otra vez –aun, diría Lacan– y se demuestra que toda elección implica una voluntad sitiada.
Tiene el lector entre sus manos un libro valiente y honesto, que se decide a introducir en el campo de la clínica psicoanalítica el horizonte del mundo contemporáneo: ¿cuáles son los riesgos del amor en los tiempos de la pastilla azul? ¿Qué decir del deseo cuando la belleza del cuerpo pierde su brillo juvenil? Estas son algunas de las preguntas actuales que se formula este libro apasionante.
Luciano Lutereau

Adolescencia: Una lectura psicoanalítica
“…el goce en su límite es la expresión misma de la ruptura del diálogo y es la razón que pondrá a los analistas de púberes y adolescentes al borde de un ataque de nervios. Por ello, re-establecer «la diferencia entre enunciado y enunciación permitirá instaurar el diálogo y será condición del análisis en la transferencia con púberes». En definitiva, con ello se cumpliría con una función de corte que permitiría establecer el velo imprescindible a la enunciación. Así: el diálogo es a la pubertad lo que el juego es como corte a la infancia. La hipótesis es consistente, entusiasma porque coloca a la ficción como cuña frente al goce del Otro”.
Silvia Wainsztein y Enrique Millán presentan en este libro una sucesión de trabajos que produjeron entre 1978 y 2005, que incluye reflexiones acerca de un concepto, la adolescencia, tan difícil de cernir en el ámbito de la teoría psicoanalítica.

También participó en Los discursos y la cura, de editorial Acme, y en la colección “Cuadernos Sigmund Freud”, de la Editorial de la Escuela Freudiana de Buenos Aires, con los siguientes escritos:
“Grados y jerarquía”, junto con Eva Lerner y Nélida Halfon, en Cuadernos Sigmund Freud nº 05/06: Escuela Freudiana: el discurso y la fundación.
“La supervisión”, junto con Eva Lerner y Sofía Nadel, en Cuadernos Sigmund Freud nº 05/06: Escuela Freudiana: el discurso y la fundación.
“Matices del psicoanálisis de Isidoro Vegh: comentario”, en Cuadernos Sigmund Freud nº 15: Lo Real, lo Simbólico y lo Imaginario en la transferencia.
“Paradojas del masoquismo”, en Cuadernos Sigmund Freud nº 16: Los tres imposibles freudianos: gobernar; educar; analizar.
“Transferencia de trabajo en las instituciones psicoanalíticas”, en Cuadernos Sigmund Freud nº 20: El acto analítico. Transferencia-creación-ética.
“Contornos de lo real – La verdad como estructura de la ficción de Daniel Zimmerman”, Cuadernos Sigmund Freud nº 22: Análisis de control.
“Fundamentalismo y genealogía”, Cuadernos Sigmund Freud nº 25: El psicoanálisis y la escena pública. Poder-política-perversión-creencia.
“El fantasma y el masoquismo”, en Cuadernos Sigmund Freud nº27: El fantasma. Lógica y destino.
“La invención en el sueño”, en Cuadernos Sigmund Freud nº 29: Reinventar el psicoanálisis. Transmisión y discurso.